Cada vez que observamos la forma en la que se vestían aquellos alpinistas legendarios de fines del siglo XIX y principios del XX, por ejemplo en las míticas expediciones británicas de Mallory y compañía en los años 20, se nos genera un nudo en la garganta, sobrevuela un manto de asombro y admiración tan grande que terminamos pensando que escalar un cerro con la indumentaria y el equipo actual casi que termina siendo un suplemento prohibido, un dopaje, como lo que consideran algunos al oxígeno suplementario que se utiliza en el Everest y otras montañas que superan los 8000 mts de altura. Pero todo evoluciona y quedarse solo con el asombro del pasado y comentar las repetidas frases de:" esos eran verdaderos montañistas", es como cuando se muestran los videos y las fotos de las primeras carreras automovilísticas en donde los cuerpos de los pilotos volaban por el aire luego de alguna maniobra desafortunada con choque y vuelo incluido; ellos eran los héroes, los de hoy no tanto. Pero así han quedado en la historia los pioneros y así quedarán en la historia también los contemporáneos.
Dime cómo te vistes y te diré quién eres...
En la historia del montañismo las leyendas nunca hubiesen sido tales sin su equipo, sin su ropa: Mummery intentando escalar y muriendo en el Nanga Parbat en 1895, en la primera expedición organizada a un ochomil; Mallory e Irvine desapareciendo en la arista noreste del Everest en 1924 cuando al día de hoy no se sabe si llegaron o no a la cumbre; Heckmair, Harrer y sus compañeros superando finalmente la temible pared norte del Eiger en Julio de 1938, la expedición francesa (Lachenal, Herzog, Terray, Rebuffat y compañía...) que logra hacer cumbre por primera vez en una montaña de más de 8000 mts (el Annapurna) en 1950; el primer ascenso confirmado al Everest por Hillary y Norgay en 1953; Jerzy Kukuczka y Reinhold Messner compitiendo por ser los primeros humanos en alcanzar las 14 cumbres de más de 8000 mts, con ascensiones épicas e inolvidables, hasta que éste último lo consigue en 1986 con el Lhotse, la misma montaña en la que el primero pierde la vida en 1989, intentando abrir una ruta en la pared sur; Tomaz Humar abriendo una ruta imposible en la sur del Dhaulagiri y en solitario en 1999, cierra el siglo con una escalada que al día de hoy no ha sido superada, ya en el siglo actual, por las escaladas velocistas de Ueli Steck, por las brillantes de David Lama o las épicas de Denis Urubko. Y así tantos otros que no nos alcanza el cuaderno para mencionar...
Todos ellos han vivido la evolución del equipo, de las prendas y la indumentaria. Todos ellos han vivenciado y sufrido tormentas, viento intenso, nevadas, lluvia y frío extremo.
Los inicios de la vestimenta por capas
Hasta el año 1970 aproximadamente la forma de vestirse para hacer actividades de montaña, principalmente ir a esquiar, el deporte invernal más popular, había sido simplemente la de ponerse abrigo y más abrigo, sin tener mucho en cuenta las situaciones de peso, impermeabilidad, respirabilidad ni la de cortar el viento. Como se sabe, al aire libre, las condiciones climáticas pueden ser desfavorables y uno puede llegar a necesitar protección contra bajas temperaturas, el viento, la lluvia, la nieve, etc. A mediados de la década del 70, Helly Hansen, marca noruega pionera en el mundo en la indumentaria outdoor, descubrió una fibra que iba a revolucionar la industria textil: La Lifa. Con ella también incorporó la tela térmica fiberpile, precursor directo de lo que hoy conocemos como prenda Polar. Con ello se había iniciado el sistema de vestirse en Capas o también conocido como el sistema Cebolla.
Qué son las 3 capas?
Desde los inicios, se ha hablado de que deben ser tres (3) las capas que se deben probar en la correcta utilización del sistema de uniformarse para realizar actividades al aire libre, principalmente para mantenerse sin enfriarse y sin humedad. Aunque hoy en día el sistema ya ha evolucionado bastante y muchos ya utilizan variables como los denominados 3bis, 4 capas o 2 y medio (2 1/2), que luego comentaremos.
El sistema clásico de 3 capas se debe aplicar a todas las partes del cuerpo, pero principalmente se utiliza en el torso, ya que es, luego de la cabeza, el sector con mayor pérdida de calor generalizada. En el caso de los dedos de los pies y de las manos, la pérdida de calor y las posiblidades de congelamiento tienen que ver principalmente con la irrigación sanguínea. Aquí, el uso de guantes, medias y botas específicas juegan un papel preponderante. Normalmente en las piernas suelen aplicarse la primera y la tercera capa, y en la cabeza segunda y tercera (gorro + capucha de la parka).
1- La primera Piel / Primera capa
La capa que está en contacto directo con la piel. Su función principal es mantener la piel del cuerpo seca, evacuando dicha humedad hacia las capas siguientes. Suelen estar confeccionadas de materiales sintéticos de secado muy rápido como el poliester, la poliamida, la laycra, etc. Hoy los materiales han evolucionado tanto que son mucho más agradables, suaves y cada vez huelen menos.
Básicamente estamos hablando de remeras, camisetas, de manga corta o larga, algunas de las que se llaman térmicas, etc. Tener en cuenta que las de manga corta se utilizarán practicamente solas, sin el uso de las capas siguientes y con día agradable, aunque recuerden que sin protector solar bueno en los brazos entramos en problemas...
Lana Merino: una fibra que se ha puesto de moda y se utiliza también para medias, guantes, gorros y ahora también para prendas de torso superior como primera capa es la lana merino. Se trata de una lana diferente por el tipo de oveja, que es criada en ambientes abiertos con mucho frío, con alimentación sana y son esquiladas con menor frecuencia. Tiene mejores propiedades térmicas, repele el agua, es transpirable y toma menos olor. También es 100% ecológica, ya que recordemos que las fibras sintéticas son derivadas del petróleo. Se está utilizando también para competencias de trailrunning.
2- La segunda capa
Es la capa que cumple la función de generar calor, la del abrigo y también la de rescatar la humedad de la primera capa y expulsarla hacia la tercera capa y hacia el exterior. Originalmente, y con la idea de mantener el sistema de los materiales sintéticos, esta capa la ocupaban la gama de los polars; luego se agregaron prendas con materiales más técnicos y livianos como el powerstrech y posteriormente se agregaron los polars con membrana más respirable y corta viento como los conocidos y denominados "Windstopper" (material textil creado por los fabricantes del Gore-Tex) y, más en la actualidad, los softshell, el tejido que fue pensado en un principio para tener las 3 capas en una misma prenda.
Las prendas con relleno / el Sistema 2.5 / 3bis:
Dentro de lo que es la segunda capa, en la idea de sumar abrigo para ambientes más fríos, se le sumaron las prendas con relleno de duvet/pluma o también de relleno sintético como lo son las de Primaloft y derivados, con fibras ultrafinas. Estas camperas también se han puesto de moda en las ciudades con marcas con precios más accesibles como Uniqlo.
Algunas personas ya han incorporado el término 2.5 para modificar un poco el clásico y tradicional 3 capas, quitando la última, la tercera, y transformándola en estas prendas de relleno que son las que finalmente tendrán el contacto directo con el exterior, aunque carezcan de la propiedad más determinante en una 3ra capa: la impermeabilidad. Por ello es una buena alternativa para días fríos pero con poco o nulo viento y sin precipitaciones.
También el 2.5 se ha profundizado en el uso de las prendas con relleno de pluma/duvet más gruesas. Estas prendas están destinadas al uso exclusivo en ambientes de alta montaña y con frío extremo. El caso de Aconcagua es uno de ellos cuando en muchos casos se decide salir a cumbre con un 2.5 compuesto que algunos llaman 3bis, entre primera capa, segunda capa fina y el agregado de una campera de relleno sintético más una de relleno grueso de pluma; de tal manera la pluma gruesa funciona como una tercera capa no verdadera ni convencional pero sumamente rendidora sin mucho viento.
3- La Tercera capa / la parka
Es la prenda más importante, aunque paradójicamente muchas veces pueda prescindirse de su uso. Su rendimiento lo debemos dividir en tres grandes funciones:
a) dejar que salga al exterior la mayor cantidad de humedad posible (respirabilidad).
b) no dejar pasar al viento, el factor más importante en la modificación de la temperatura (sensación térmica) sobre todo en alta montaña.
c) no dejar que ingrese humedad del exterior, sea nieve, hielo o agua (impermeabilidad).
Llamada campera de tercera capa o parka, es la única de las tres capas que debe tener un cierre vertical y central, para poder manejar el ingreso de más o menos aire; muchas de ellas hoy también poseen cierres laterales y axilares.
En la década del 80 se popularizaron camperas de este tipo (marcas como Columbia) con el agregado de un interior polar a cierre, que cumplía la función de una segunda capa integrada. Terminaron resultando prendas muy voluminosas y pesadas y hoy ya han dejado de tener éxito e incluso terminan siendo perjudiciales para actividades como el esquí o el montañismo en general. La campera de tercera capa debe ser fina de contextura y sin agregados.
La mejor membrana que se incluye en este tipo de prendas sigue siendo el popular Gore-Tex que, a la cabeza y hoy casi inmejorable, cumple las tres funciones a la perfección.
Las capas de los superhéroes
Es importante saber que mucho tiempo antes de armar la mochila tenemos que tener en cuenta el lugar, la época del año y la o las actividades que vamos a desarrollar en la naturaleza. No es lo mismo en verano una travesía en kayaks en los lagos de la Patagonia a una cabalgata de cruce de los Andes en San Juan, o en primavera un trekking de 5 días uniendo el Parque Nacional Calilegua con la Quebrada de Humahuaca en Jujuy comparado con una ascensión al Cerro Plata de 6000 mts de altura en Mendoza, o en invierno un curso de escalada en hielo y montañismo en Ushuaia, Tierra del Fuego, comparado a una travesía en mountain bike en los Valles Calchaquíes de Tucumán y Salta.
De todas formas hoy en día, viviendo en el siglo XXI, con la variedad y la calidad que existe en la indumentaria técnica, tan avanzada y tan diferenciada a la de esa etapa aquí mencionada de los pioneros, los transgresores, los genios y las figuras del montañismo inicial, a modo conmemorativo, de respeto y alusión, no nos podemos dar el lujo de dejar en casa ninguna de todas estas capas que, en aquellas épocas, nos hubiesen dado el don de superhéroes.
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